lunes, 18 de noviembre de 2013

HUELGA DE LIMPIEZA Y JARDINES III

     
      

           NO ES VERDAD
Que no haya despidos, ni rebajas salariales
17/Noviembre/2013Los trabajadores/as nos hemos enterado por wasap y por la prensa de la negociación y  el  preacuerdo  alcanzado,  que  los  sindicatos  presentes  en  la  mesa  (CCOO,  UGT, CGT, USO y CSIF) nos venden  como un gran un éxito. Se podrá estar favor o en  contra  del preacuerdo pero no se puede decir lo que no es cierto.
1º.-  NO  ES  VERDAD  QUE  NO  HAY  DESPIDOS.  ¿Dónde  quedan  los  compañeros/as  que  no  han  sido subrogados? Las cifras no están claras,  pero los sindicatos de la negociadora han hablado de 350 compañeros y hay  un  listado  con  1.295  puestos  de  trabajo  que  no  aparecen  en  las  nuevas  listas.  El  acuerdo  condena  a  esos compañeros/as a quedarse en la calle.
2º.-  El  acuerdo  incluye  que  las  bajas  que  se  vayan  produciendo  no  se  cubrirán;  incluye  también  bajas  y excedencias incentivadas, además de  prejubilaciones. ¿Y todo eso no es  perder puestos de trabajo,  en un país con seis millones de parados?
3º.-  No se puede decir que no nos rebajan el salario, cuando  lo congelan por cinco años. Eso quiere decir que NUESTROS SALARIOS BAJARÁN SU PODER ADQUISITIVO,  como mínimo, en la misma proporción que suba el IPC.  En  el  2013  se  estima  que  sea  entre  el  1,4  y  el  1,9.  Si  eso  se  mantiene  en  cinco  años  (lo  que  duraría  el Convenio) nuestros salarios habrán bajado entre un 7% y un 9,5%.El  ERTE  además  supone  pérdida  de  salario,  porque  solo  se  cobra  el  70%  de  la  base  reguladora,  perdiéndose además, durante ese periodo, la parte proporcional de las pagas y los pluses.
4º.-  Pero con todo,  lo más grave es que  firman  un ERTE  por 45 días al año  durante la vigencia del  Convenio y encima lo presentan como un triunfo. Solamente el ERTE de 45 días equivale aproximadamente a reducir el servicio en 800 trabajadores.,  si a eso le sumamos  los  no  subrogados  y  los  que  pueden  acabar  pidiendo  la  baja  y  las  prejubilaciones.  ¿En  cuántos trabajadores se reduce el servicio? El  preacuerdo  se  convierte  así  en  insolidario  con  los  vecinos  y  trabajadores  que  nos  apoyaron,  porque seguirán pagando las mismas tasas de basura con muchísimo menos servicio.
5º.-  Los  defensores  de  los  ERTEs  alegan  que  es  una  buena  solución  “porque  evita  los  despidos”.  Nosotros decimos  que  el  ERTE  es  una  estafa,  no  es  más  que  la  antesala  del  ERE.  El  ERE  y  el  ERTE  son  dos  formas distintas y complementarias con  unos mismos objetivos: pérdida de puestos de trabajo, rebaja de salarios y pérdida de derechos. En ambos casos (ERE y ERTE)  la firma implica aceptar que HAY CAUSAS, cuando en rigor éstas no existen. Las  empresas  licitaron  sabiendo  el  servicio  que  tenían  que  cubrir  y  el  número  de  trabajadores  que  tenían  que subrogar. No hay por tanto causa sobrevenida alguna, salvo que la representación de los trabajadores firmando  un ERTE,  que  es  lo  que  han  hecho,  se  la  dé  por  buena  y  con  ello  se  ahorren  tener  que  justificar  legalmente  tales causas.
Un ERTE es la antesala de un ERE o de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, porque una vez que la representación de los trabajadores les acepta que tales causas existen, las empresas pueden presentar nuevos ERTEs o convertir el ERTE en ERE sin necesidad de demostrar causas porque esas ya fueron avaladas por los representantes de los trabajadores.  Dicen que las empresas se han comprometido a no presentar más EREs durante todo el periodo de la concesión. Por un lado es comprensible, porque entre el ERTE, las bajas voluntarias y prejubilaciones el número de trabajadores que se ahorran puede superar la cifra inicial que querían. Pero además depende  cómo  esté  redactado en el  preacuerdo  (lo  que los  trabajadores  desconocemos) esa  promesa  puede  no tener el menor valor. Una vez firmado que “hay causas”,  lo que están haciendo todas las empresas es que  a la menor dificultad que encuentran  vuelven  a  presentar  un  ERE,  un  nuevo  ERTE  o  una  modificación  sustancial  de  las  condiciones  de trabajo.  Por  ejemplo:  el  acuerdo  incluye  bajas  voluntarias  y  excedencias  incentivadas  ¿Qué  pasa,  si  según  las empresas, no se presenta el suficiente número de “voluntarios” para irse?
6º.-    El ERTE facilita los despidos.  Todos/as sabemos  que cada día nos aprietan más y  la  ausencia de personal está repercutiendo en el mal servicio,  lo que las empresas ya están utilizando miserablemente para llevar a cabo despidos  disciplinarios  por  “bajo  rendimiento”.  Y  si  el  servicio  “se  cumple”  con  menos  trabajadores  (los  que estarán  en  ERTE)  ¿Qué  razón  hay  para  mantener  una  plantilla  “sobredimensionada”,  que  es  lo  que  opinan  las empresas?
7º.-  Con el ERTE perdemos salarios. Al ir al paro, la base reguladora de nuestra nómina disminuye durante todo el tiempo que estemos en el paro, lo que incide para todo (pagas, bajas por enfermedad o accidente, desempleo futuro, jubilación). Disminuyen nuestras pagas porque el dinero que recibamos del SEPE (antiguo INEM) durante ese periodo lleva ya las pagas prorrateadas. Hay que añadir que los trabajadores que no tenían obligación de hacer la declaración  de  Hacienda  por  no  llegar  al  mínimo  obligatorio,  ahora  estarían  obligados  a  hacerla  al  tener  dos pagadores (la empresa y el SEPE), lo que en muchos casos puede ser manifiestamente negativo.
8º.-  El ERTE es una inmoralidad, una estafa a los trabajadores y al erario público.  Los grupos empresariales adjudicatarios han ganado en lo que va de año más de 1.356,4 millones de euros. Y ahora nos mandan a cobrar de nuestro paro, de fondos públicos, para ellos hacer caja. La Botella montó todo este lío para  “reducir el gasto  público”,  pero ahora será el SEPE y la Seguridad Social los que  tendrán  que  pagar  el  tiempo  de  paro  y  las  jubilaciones  anticipadas.  ¿Dónde  queda  la  reducción  del  gasto público? ¡Es  una  vergüenza!  Somos  los  trabajadores/as,  con  nuestro  paro  y  nuestros  salarios  disminuidos,  es  el  erario público y es la población en general,  soportando un pésimo servicio  con menos barrenderos y jardineros,  quienes pagamos con nuestro sacrificio para que estas empresas sigan haciendo caja.
Los ERTEs se han convertido en una de las mayores vergüenzas del  “sindicalismo”,  que los presenta a los trabajadores/as como “vacaciones pagadas”.
Si entraran en vuestra casa e intentaran robaros la comida de la nevera, ¿vosotros qué haríais?” preguntaba estos días un dirigente de los sindicatos a los periodistas. Pues bien, el ERTE es como si negocias con el ladrón que no te robe  todo,  que  solo  se  lleve  el  embutido  y  la  carne  de  la  nevera,  pero  a  cambio  le  das  una  copia  de  las  llaves  de  tu casa.
    
        HAY QUE DECIRLES NO
Nosotros no tenemos duda alguna en que con la lucha hemos logrado echar atrás el plan inicial de las empresas. Pero  cuando la huelga estaba fuerte  y contaba  con  las  simpatías  de  otros  trabajadores  y  de  los  vecinos/as,  los sindicatos de la negociadora metieron un misil en la línea de flotación de la huelga.  Primero,  el  viernes  por  la  noche  mandaron  a  los  trabajadores/as  a casa,  permitiendo que los esquiroles de TRAGSA trabajaran. Y  el sábado se firma  un  preacuerdo  en  el  que,  faltando  a  la  verdad,  dicen  que  no  hay despidos ni perdemos salarios.
Ahora todo lo  han montado para que,  si o si,  se apruebe el preacuerdo.
 Han hecho  una  campaña  mediática  para  que  parezca  que  hemos  conseguido  lo que  queríamos  y  hacen  asambleas  dividiéndonos  a  los  trabajadores/as.  La
huelga  ha  demostrado  que  los  trabajadores  podemos  ganar,  pero  la  huelga
también  ha  demostrado  que  con  estos  “generales”  no  se  puede  ganar  una guerra.
Por  eso  en  las  asambleas  hay  que  dar  la  batalla  por  el  NO.  Algunos compañeros/as dudan  de qué pasaría si gana el NO. Si eso pasa lo primero es mantener la huelga y desde las asambleas mismas convocar una asamblea general y en ella elegir un Comité de huelga y aprobar un plan de lucha.
Hemos  demostrado  en  estos  días  que  unirse  y  luchar  es  posible.    Hemos
ganado  una  batalla  decisiva  que  ha  sido  poner  a  los  trabajadores  de  otras empresas  y  a las  barriadas  obreras de  Madrid  de  nuestro  lado.  Y lo  hemos hecho,  desde  el  minuto  cero,  gracias  al  esfuerzo  y  el  tesón  de  muchos compañeros/as. Pero tuvimos que hacer  todo eso pese a la dirección de unos sindicatos que dejaron esta lucha como un pollo sin cabeza desde el primer día. Ni asambleas generales, ni hojas informativas, nada de nada. Un ejemplo fue la manifestación del pasado día 11, que fue un éxito pese al boicot que hicieron los sindicatos de la mesa negociadora.
Si gana el NO podemos seguir la lucha. No podemos resignarnos porque ¡Sí se puede!

Por qué nos dividen
Las asambleas se celebrarán a toda  prisa  y  divididas  por empresas.
Hicieron  la  convocatoria  de huelga dividiendo la decisión por asambleas de cada sindicato.
A lo largo de 13 días de huelga  no ha habido  ni una sola asamblea general.
Si todos estamos  en la misma  lucha,  si  el  preacuerdo nos  afecta a todos,  ¿por qué  se niegan  una  y  otra  vez  a  hacer asamblea  general,  en  la  que entre  todos  los  trabajadores/as podamos decidir?
¿Qué  pasaría  si  una  empresa vota  sí  y  otras  NO?
 Le  tienen miedo  a  las  asambleas  porque saben  que  el  cuestionamiento de su gestión es muy grande.
Dividieron  para  no  perder  el control.  Y  dividen  ahora  para poder imponer el preacue

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