NO ES VERDAD
Que
no haya despidos, ni rebajas salariales
17/Noviembre/2013Los trabajadores/as nos hemos enterado por
wasap y por la prensa de la negociación y
el preacuerdo alcanzado,
que los sindicatos
presentes en la
mesa (CCOO, UGT, CGT, USO y CSIF) nos venden como un gran un éxito. Se podrá estar favor o
en contra del preacuerdo pero no se puede decir lo que
no es cierto.
1º.- NO ES
VERDAD QUE NO
HAY DESPIDOS. ¿Dónde
quedan los compañeros/as
que no han
sido subrogados? Las cifras no están claras, pero los sindicatos de la negociadora han
hablado de 350 compañeros y hay un listado
con 1.295 puestos
de trabajo que
no aparecen en
las nuevas listas. El
acuerdo condena a esos
compañeros/as a quedarse en la calle.
2º.- El acuerdo
incluye que las
bajas que se
vayan produciendo no
se cubrirán; incluye
también bajas y excedencias incentivadas, además de prejubilaciones. ¿Y todo eso no es perder puestos de trabajo, en un país con seis millones de parados?
3º.- No se puede
decir que no nos rebajan el salario, cuando
lo congelan por cinco años. Eso quiere decir que NUESTROS SALARIOS
BAJARÁN SU PODER ADQUISITIVO, como
mínimo, en la misma proporción que suba el IPC.
En el 2013 se
estima que sea
entre el 1,4
y el 1,9.
Si eso se
mantiene en cinco
años (lo que
duraría el Convenio) nuestros
salarios habrán bajado entre un 7% y un 9,5%.El
ERTE además supone
pérdida de salario,
porque solo se
cobra el 70%
de la base
reguladora, perdiéndose además,
durante ese periodo, la parte proporcional de las pagas y los pluses.
4º.- Pero con
todo, lo más grave es que firman
un ERTE por 45 días al año durante la vigencia del Convenio y encima lo presentan como un
triunfo. Solamente el ERTE de 45 días equivale aproximadamente a reducir el
servicio en 800 trabajadores., si a eso
le sumamos los no
subrogados y los
que pueden acabar
pidiendo la baja
y las prejubilaciones. ¿En
cuántos trabajadores se reduce el servicio? El preacuerdo
se convierte así en insolidario
con los vecinos
y trabajadores que nos apoyaron,
porque seguirán pagando las mismas tasas de basura con muchísimo menos
servicio.
5º.- Los defensores
de los ERTEs
alegan que es
una buena solución
“porque evita los
despidos”. Nosotros decimos que
el ERTE es
una estafa, no
es más que la antesala
del ERE. El ERE
y
el ERTE son
dos formas distintas y
complementarias con unos mismos
objetivos: pérdida de puestos de trabajo, rebaja de salarios y pérdida de
derechos. En ambos casos (ERE y ERTE) la
firma implica aceptar que HAY CAUSAS, cuando en rigor éstas no existen. Las empresas
licitaron sabiendo el
servicio que tenían
que cubrir y
el número de trabajadores que
tenían que subrogar. No hay por
tanto causa sobrevenida alguna, salvo que la representación de los trabajadores
firmando un ERTE, que es lo
que han hecho,
se la dé
por buena y con ello
se ahorren tener
que justificar legalmente
tales causas.
Un ERTE es la antesala de un ERE o de modificación
sustancial de las condiciones de trabajo, porque una vez que la representación
de los trabajadores les acepta que tales causas existen, las empresas pueden
presentar nuevos ERTEs o convertir el ERTE en ERE sin necesidad de demostrar
causas porque esas ya fueron avaladas por los representantes de los
trabajadores. Dicen que las empresas se
han comprometido a no presentar más EREs durante todo el periodo de la
concesión. Por un lado es comprensible, porque entre el ERTE, las bajas
voluntarias y prejubilaciones el número de trabajadores que se ahorran puede
superar la cifra inicial que querían. Pero además depende cómo
esté redactado en el preacuerdo
(lo que los trabajadores
desconocemos) esa promesa puede
no tener el menor valor. Una vez firmado que “hay causas”, lo que están haciendo todas las empresas es
que a la menor dificultad que encuentran vuelven
a presentar un
ERE, un nuevo
ERTE o una
modificación sustancial de
las condiciones de trabajo.
Por ejemplo: el
acuerdo incluye bajas
voluntarias y excedencias
incentivadas ¿Qué pasa,
si según las empresas, no se presenta el suficiente
número de “voluntarios” para irse?
6º.- El ERTE
facilita los despidos. Todos/as
sabemos que cada día nos aprietan más
y la
ausencia de personal está repercutiendo en el mal servicio, lo que las empresas ya están utilizando miserablemente
para llevar a cabo despidos
disciplinarios por “bajo
rendimiento”. Y si
el servicio “se
cumple” con menos
trabajadores (los que estarán
en ERTE) ¿Qué
razón hay para
mantener una plantilla
“sobredimensionada”, que es
lo que opinan
las empresas?
7º.- Con el ERTE
perdemos salarios. Al ir al paro, la base reguladora de nuestra nómina
disminuye durante todo el tiempo que estemos en el paro, lo que incide para
todo (pagas, bajas por enfermedad o accidente, desempleo futuro, jubilación).
Disminuyen nuestras pagas porque el dinero que recibamos del SEPE (antiguo
INEM) durante ese periodo lleva ya las pagas prorrateadas. Hay que añadir que
los trabajadores que no tenían obligación de hacer la declaración de
Hacienda por no
llegar al mínimo
obligatorio, ahora estarían
obligados a hacerla
al tener dos pagadores (la empresa y el SEPE), lo que
en muchos casos puede ser manifiestamente negativo.
8º.- El ERTE es una
inmoralidad, una estafa a los trabajadores y al erario público. Los grupos empresariales adjudicatarios han
ganado en lo que va de año más de 1.356,4 millones de euros. Y ahora nos mandan
a cobrar de nuestro paro, de fondos públicos, para ellos hacer caja. La Botella
montó todo este lío para “reducir el
gasto público”, pero ahora será el SEPE y la Seguridad Social
los que tendrán que
pagar el tiempo
de paro y
las jubilaciones anticipadas.
¿Dónde queda la
reducción del gasto público? ¡Es una
vergüenza! Somos los
trabajadores/as, con nuestro
paro y nuestros
salarios disminuidos, es
el erario público y es la
población en general, soportando un
pésimo servicio con menos barrenderos y
jardineros, quienes pagamos con nuestro
sacrificio para que estas empresas sigan haciendo caja.
Los ERTEs se han convertido en una de las mayores vergüenzas
del “sindicalismo”, que los presenta a los trabajadores/as como
“vacaciones pagadas”.
“Si entraran en
vuestra casa e intentaran robaros la comida de la nevera, ¿vosotros qué
haríais?” preguntaba estos días un dirigente de los sindicatos a los
periodistas. Pues bien, el ERTE es como si negocias con el ladrón que no te robe todo,
que solo se
lleve el embutido
y la carne
de la nevera,
pero a cambio
le das una copia
de las llaves
de tu casa.
HAY QUE DECIRLES NO
Nosotros no tenemos duda alguna en que con la lucha hemos
logrado echar atrás el plan inicial de las empresas. Pero cuando la huelga estaba fuerte y contaba
con las simpatías
de otros trabajadores
y de los
vecinos/as, los sindicatos de la
negociadora metieron un misil en la línea de flotación de la huelga. Primero,
el viernes por
la noche mandaron
a los trabajadores/as a casa,
permitiendo que los esquiroles de TRAGSA trabajaran. Y el sábado se firma un
preacuerdo en el
que, faltando a la verdad,
dicen que no hay
despidos ni perdemos salarios.
Ahora todo lo han
montado para que, si o si, se apruebe el preacuerdo.
Han hecho una
campaña mediática para
que parezca que
hemos conseguido lo que
queríamos y hacen
asambleas dividiéndonos a
los trabajadores/as. La
huelga ha demostrado
que los trabajadores
podemos ganar, pero
la huelga
también ha demostrado
que con estos
“generales” no se
puede ganar una guerra.
Por eso en
las asambleas hay
que dar la batalla por
el NO. Algunos compañeros/as dudan de qué pasaría si gana el NO. Si eso pasa lo
primero es mantener la huelga y desde las asambleas mismas convocar una
asamblea general y en ella elegir un Comité de huelga y aprobar un plan de
lucha.
Hemos demostrado en
estos días que
unirse y luchar
es posible. Hemos
ganado una batalla
decisiva que ha
sido poner a
los trabajadores de
otras empresas y a las
barriadas obreras de Madrid
de nuestro lado.
Y lo hemos hecho, desde
el minuto cero,
gracias al esfuerzo
y el tesón
de muchos compañeros/as. Pero
tuvimos que hacer todo eso pese a la
dirección de unos sindicatos que dejaron esta lucha como un pollo sin cabeza
desde el primer día. Ni asambleas generales, ni hojas informativas, nada de
nada. Un ejemplo fue la manifestación del pasado día 11, que fue un éxito pese
al boicot que hicieron los sindicatos de la mesa negociadora.
Si gana el NO podemos seguir la lucha. No podemos
resignarnos porque ¡Sí se puede!
Por
qué nos dividen
Las asambleas se celebrarán a toda
prisa y divididas
por empresas.
Hicieron la convocatoria
de huelga dividiendo la decisión por asambleas de cada sindicato.
A lo largo de 13 días de huelga
no ha habido ni una sola asamblea
general.
Si todos estamos en la misma lucha,
si el preacuerdo nos afecta a todos, ¿por qué
se niegan una y
otra vez a hacer
asamblea general, en
la que entre todos
los trabajadores/as podamos
decidir?
¿Qué pasaría si
una empresa vota sí
y otras NO?
Le tienen miedo
a las asambleas
porque saben que el
cuestionamiento de su gestión es muy grande.
Dividieron para
no perder el control.
Y dividen ahora
para poder imponer el preacue
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